Zamora huele a ajo... y no es por la cocina. Esta misma mañana, el parking del Hospital Virgen de la Concha se ha convertido en un auténtico altar improvisado del ajo, con un vendedor ambulante que, desde su carro remolque, despachaba ristras al ritmo del ir y venir de los trabajadores del centro sanitario.
Ristra que te ristra, los empleados bajaban al aparcamiento y subían de nuevo al hospital con las bolsas llenas, adelantando la compra más tradicional de San Pedro. Porque aunque la Feria del Ajo se celebrará oficialmente en la Avenida de las Tres Cruces, en pleno centro de la ciudad, Zamora ya empieza a oler a campo y a cocina.
El día de San Juan se ha mezclado así con otra costumbre muy zamorana: la de comprar al fresco de la mañana. En paralelo, el mercadillo semanal ponía el color con las clásicas bolsas rebosantes y un ir y venir constante de compradores aprovechando la tregua del sol.
Zamora sigue de fiesta y encara ya su fin de semana grande, donde tradición, música y calle tomarán el protagonismo. Entre tanto, la ciudad se calienta para su Feria del Ajo, que este año volverá a llenar las calles de olor, sabor y recuerdos.
