La esperada transformación de la rotonda de Tres Cruces entra en su recta final. Desde este lunes, la emblemática vía de la capital zamorana ha recuperado su imagen habitual, libre de vallas, cortes y obstáculos que durante semanas condicionaron el tránsito de vehículos y peatones.
La rotonda ya se encuentra plenamente operativa y reluce una nueva imagen en la capital zamorana. Aunque aún quedan algunos remates por completar —principalmente en aceras y detalles de acabado—, las intervenciones más importantes ya han finalizado, y no hay elementos que dificulten el paso ni interrumpan la circulación.
Las obras, que forman parte de las obras de humanización que se han llevado a cabo durante este año, han supuesto una remodelación integral de la glorieta y su entorno urbano. El objetivo era mejorar la fluidez del tráfico, modernizar la estética del espacio y reforzar la seguridad vial.
La imagen renovada de la rotonda, sin las habituales vallas ni maquinaria de obra, marca un punto de inflexión para vecinos, comerciantes y conductores, que vuelven a transitar con normalidad por uno de los nudos más transitados de la ciudad.
