Tarde de lluvia cajón vacío, penúltima tarde antes del cierre de la hostelería en Zamora

Terrazas vacías, el frío arrecia, la lluvia y el viento y los bares sin clientes son la tónica dominante ante la penúltima e intempestiva tarde de otoño que es premonitoria de lo que sucederá mañana también y de lo que acabará ocurriendo el viernes. Bares cerrados y sin clientes que dejarán de quedar ni de cuatro en cuatro, ni de seis, ni de diez en diez, para poder compartir un refrigerio o un café.

Las churrerías solo podrán hacer de puente de unión con sus clientes con esos chocolates con churros para llevar que desde el viernes han de ser todos. Las terrazas interiores legales de los bares de la ciudad cerrarán irremisiblemente durante 14 días o algo más, según la Junta de Castilla y León que ya advierten que puede alargarse el estado, y que en este confinamiento no del todo igual al que en marzo y abril dieron al traste con tantas y tantas reuniones y cafés que no se pudieron tomar en compañía.

La pandemia adelantó la hora de reunión y la de cierre ha dado la puntilla en semanas anteriores a los benditos bares que cierran y que lo harán este jueves a las 22:00 horas como toca con el estado de toque de queda, y posteriormente ya dará lo mismo puesto que el cierre es definitivo hasta dentro de 14 días salvo para los restaurantes y bares que sirvan comida para llevar. Habrá que reinventarse y echar una mano comprando comidas y cenas a los que durante tantos años aguantaron nuestras voces, risas, y salidas de tono que no se van a dar en meses.

Entre toque de queda y confinamiento selectivo los bares seguirán siendo otro de los grandes sectores damnificados por  esta pandemia. Sus dueños piden una compensación puesto que de esta vez ni terrazas que hoy eran impracticables, ni establecimientos en mesa ni en barra, hoy era otro de esos días en los que refrán se ponía de manifiesto, ese de la hostelería que dice: "Tarde de lluvia cajón vacío".

Hoy las terrazas auguraban el cierre y los responsables de la hostelería, asociaciones incluidas entre tanto preparan para el 5 de noviembre en Valladolid una concentración frente a las Cortes de CyL en pro de la defensa del sector, esperando siempre el apoyo de todos y cada uno de los hosteleros de la comunidad, la unión hará la fuerza pero deberá ser multitudinaria como ocurrió con el sector de la cultura que tampoco ha recibido más que un subsidio de 3 meses de 430 euros para sus técnicos y profesionales, nada parecido a la compensación que Alemania dará a sus bares subvencionándolos durante un mes con el 75% del importe de las cajas que hicieron el año pasado por estas fechas.

Algo está claro, no todos somos Europa y en cada país las cosas funcionan de otra manera.

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