Nadie se esperaba lo que ocurrió ayer en A Malata. Quizá porque ya habíamos dado por sentenciado a un Zamora que estaba perdido, sin embargo, nos cerró la boca. Y de verdad. Se echó el partido a la espalda y consiguió una victoria que reaviva la esperanza.
Salió con ganas y durante la primera parte fue dominador; dos goles avanzan a los viriatos en el marcador, Dongou y Jorge Fernández adelantaron al equipo en un encuentro que se daba por perdido.
Sin embargo, lo dieron absolutamente todo. El Ferrol acortó distancias con un penalti, pero los de Zamora no quisieron quedarse atrás y anotaron otro tanto.
El equipo salió con ganas, planteamiento y entereza. Y se notó. Un Zamora irreconocible anotó el 1-3 en el minuto 73’. César Yanis cerró un marcador que era imposible de levantar. Y qué alegría.
Los rojiblancos dieron una bocanada de aire para salvarse del descenso; tienen esperanza, aunque absolutamente todo esté en contra. Dejaron claro que no se rinden. Este es el Zamora que merecemos.
