El documental llamado 'Música en las manos', dirigido por Cristina Otero, fue lanzado en 2018, grabado durante varios ensayos de Jesús López Cobos. Este domingo se proyecta en La 2 en el programa 'Imprescindibles', a partir de las 21:30 horas.
Se cumplen dos años del fallecimiento de Jesús López Cobos, el director de orquesta español más internacional y uno de los más importantes del siglo XX y principios del siglo XXI. El documental 'Música en las manos' se estrenó en el año 2018 y este domingo, en La 2 de Televisión Española podrá verse en el programa 'Imprescindibles', a partir de las 21:30 horas. El documental está ambientado en el director y la Joven Orquesta Nacional de España, que se concentran durante varios días para ensayar cuatro sinfonías de Beethoven. Los ensayos se convierten en clases magistrales para los jóvenes músicos y punto de partida de un viaje que nos lleva a conocer los escenarios esenciales de su vida.
Cobos fue director titular de la Deutsche Symphony Orchestra durante diez y años y de la Orchestre de Chambre de Lausanne durante ocho. Fue el primer español en subir al podio de la Scala de Milán, del Coven Garden de Londres, de la Ópera de París y del Metropolitan de Nueva York.
Además, el toresano fue impulso de la música clásica en España: "modernizó y mejoró la Orquesta Nacional de España, contribuyó a la recuperación del Teatro Real de Madrid como teatro de ópera, y ya como titular de la orquesta, lo colocó en el circuito de los grandes foros de la ópera internacional", explica Cristina Otero.
Premio Príncipe de Asturias de las Artes y título de Oficial de la Orden de las Artes y las Letras concedido por el Gobierno francés, Cobos ha sido un ejemplo de una vida llena de esfuerzo y pasión. Nacido en la posguerra, Cobos tuvo que emigrar pronto para aprender idiomas y labrarse un futuro que le llevó a estar entre los mejores directores de orquesta.
Según explica Cristina Otero al programa de 'Imprescindibles': "López Cobos se definía así mismo como un castellano típico: introvertido, sobrio, de costumbres sencillas, pero al mismo tiempo era cordial, elegante, atento. Tenía mucho sentido del humor, podía llegar a ser muy divertido en sus ratos de distensión. Sus opiniones eran meditadas, templadas, de un gran sentido común. Le gustaba caminar, leer poesía, le encantaba reunirse con amigos y compartir una buena comida, a ser posible con vino de Toro. Su capacidad de trabajo era comparable a su capacidad para disfrutar de la vida. [...] Fue un hombre honesto. Eso le costó enfrentamientos con las instituciones. Siempre tuvo una magnífica relación con el público y con los músicos, pero un trato incómodo con los burócratas."