Decenas de fieles acudían a una misa mayor en honor a la Virgen de la Concha que este año de nuevo no pudo disfrutar de una celebración como mandan los cánones y tuvo su traslado de la Iglesia de San Antolín a la de San Vicente de forma discreta y sigilosa portada por cuatro hermanos en su pequeño recorrido.
Ayer la misa mayor en honor a la Virgen tenía protagonista musical, Antonio Luis Pedraza con el que la eucaristía comenzaba con su flauta y tamboril, pasaba a la gaita y de ahí de nuevo a ese himno ya establecido del cántico 1,2,3,4,5,6,7,8, Concha, que tantas veces los zamoranos entonan en honor a su Patrona.
Triste celebración del día que se quedó en una misa, eso si animada por un Luis Pedraza que como de costumbre pone música y sentido a muchas de las celebraciones en Zamora y provincia erigiéndose como uno de los baluartes musicales de la cultura zamorana.