Un año más, Villanueva del Campo ha celebrado con entusiasmo y devoción la fiesta del Corpus Christi, una tradición profundamente enraizada en la identidad del pueblo y que se mantiene viva gracias a la participación activa de sus vecinos, especialmente de los más pequeños.
Calles adornadas con alfombras florales, balcones engalanados y un ambiente de recogimiento y alegría han marcado esta jornada, que vuelve a unir a generaciones en torno a una de las celebraciones más significativas del calendario litúrgico. La procesión del Santísimo Sacramento, momento central de la festividad, recorrió las principales calles del municipio, acompañada por vecinos ataviados con trajes típicos y portando símbolos religiosos.
Uno de los aspectos más emotivos de la celebración fue, como ya es tradición, el protagonismo otorgado a los niños. Muchos de ellos, recién celebrada su Primera Comunión, participaron en la procesión con flores, cánticos y oraciones, recordando que estas tradiciones no solo se heredan, sino que se viven y se transmiten con ilusión.

