Nicanor Sen, delegado del Gobierno en Castilla y León, informó este miércoles sobre la intervención del Ejecutivo en la oleada de incendios que afectó a la comunidad el pasado mes de agosto, especialmente en las provincias de Zamora y León. Sen lamentó la gravedad de los incendios y trasladó sus condolencias a los familiares de las personas fallecidas.
El delegado recordó que la competencia en materia de prevención y lucha contra incendios corresponde a la Junta de Castilla y León, aunque destacó “la colaboración y cooperación institucional de todas las administraciones y el trabajo de sus efectivos y voluntarios”.
Según explicó, el Gobierno de España aportó casi 5.700 efectivos y más de 900 medios a través de varios ministerios: Ministerio del Interior: Más de 3.000 efectivos de Guardia Civil y Policía Nacional, incluyendo 2 helicópteros, 30 drones y 6 oficinas móviles de atención al ciudadano.
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico: Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) y unidades aéreas y terrestres, incluyendo aviones anfibios, helicópteros bombarderos y sistemas de coordinación y control.
Ministerio de Defensa: La Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegó 1.700 militares y 650 medios, incluyendo 10 aviones-cisterna Canadair que realizaron 4.000 descargas y 1.440 horas de vuelo en 437 intervenciones.
Mecanismo Europeo de Protección Civil: 66 bomberos y 6 medios aéreos procedentes de Italia, Holanda, República Checa, Eslovaquia y Francia. También se utilizó el programa Copernicus de la UE para el monitoreo por satélite.
Sen destacó la colaboración de otras comunidades autónomas, así como la participación de organismos como la Dirección General de Tráfico, AEMET, la Dirección General de Protección Civil y las Confederaciones Hidrográficas del Duero y del Miño-Sil.
El delegado subrayó que “la mejor arma que tenemos para luchar contra los incendios es la prevención y la lealtad institucional” y reiteró la necesidad de avanzar hacia un Pacto de Estado contra la emergencia climática, que permita adaptar los medios a los nuevos fenómenos adversos que generan emergencias como las vividas este verano en Castilla y León.
