
Los alojamientos rurales de Castilla y León registraron en el mes de julio un total de 223.127 pernoctaciones, lo que supone un 3,5% menos que en el mismo mes del año pasado. Así lo ponen de manifiesto los datos publicados por la Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que sitúan a la región como la segunda con mayor número de reservas, tan sólo por detrás de Baleares.
El descenso en el número de pernoctaciones viene marcado por una menor afluencia entre los viajeros residentes en España, si bien aumenta la demanda por parte de los residentes en el extranjero. En todo caso, el descenso se produce en línea con la tendencia nacional que también cae aunque algo menos con un número de pernoctaciones un 2,2% menor al de julio de 2022.
Así, el mes de julio dejo un total de 84.446 viajeros pasaron por los alojamientos de turismo rural (un 3,9% menos a nivel interanual), de los que 74.563 son residentes en España y 9.883, en el extranjero. Castilla y León presenta el mejor índice de recepción de turistas, incluso por delante de la comunidad insular.
La estancia media se sitúa en e2,67 días, por debajo de los 3,11 que se emplean a nivel nacional para pasar la noche en alguna de los 3.520 alojamientos rurales y 32.648 plazas estimadas repartidas por todo el mapa regional. El alojamiento turístico en estas zonas rurales emplea en Castilla y León a 5.203 trabajadores. Castilla y León se mantiene como la comunidad que más personas emplea en turismo rural, seguida por Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha y Cataluña.