El cuadro de García Valiente está en capilla a la espera de reponer fuerzas y enfrentarse esta tarde al organizador de la fase, un Bidasoa que ayer demostró saber jugar su encuentro frente a Alarcos Ciudad Real y que es el máximo favorito para ascender a Asobal.
Lamer las heridas de la primera batalla, recuperar piernas y brazos porque las sensaciones, si hacía falta recuperarlas, se recuperaron ayer y concentrarse para obrar un segundo milagro en menos de 24 horas. Eso es a lo que se dedica ahora mismo el cuadro de García Valiente mientras aguarda a que lleguen las 16:00 horas y el objetivo de todo un año esté a sesenta minutos.
Será una hora de guerra sobre el parquet, de lucha encarnizada y de dos conjuntos que han peleado sin cuartel para llegar hasta aquí, hasta Artaleku, hasta el partido definitivo. Los zamoranos llegan más cansados, más dañados y con menos rotación, sin embargo eso nunca ha sido un impediemento para que los de García Valiente hagan milagros. Esta noche, los zamoranos, han soñado más fuerte.
