La dinamización cultural continúa en los últimos días de agosto en Bermillo, esta mañana entregado por entero a la creatividad sobre papel continuo. Seis grandes rollos de varios metros de longitud cuelgan ya en la fachada del Ayuntamiento como muestra de una jornada de diversión entre témperas líquidas y música y que ha buscado implicar a todos los miembros del municipio, independientemente de la edad.
La responsable de esta actividad, realizada por La Mayuela y coordinada por el Ayuntamiento, la ilustradora Leticia Ruifernández, ha sido la encargada de guiar el desarrollo del proceso de creación del mural a partir de unas sencillas indicaciones -mezcla de colores, comenzando por los tonos azules- que han derivado en un resultado sorprendente y que luce más aún en pleno epicentro de la plaza de Requejo, rodeados de enseres y demás adornos que ya flanquean cada esquina de dicha plaza -en este caso a cargo de los miembros de la agrupación La Mayuela-.
Tal y como señala Ruifernández, "aunque lo primordial no es el resultado, sino el proceso, lo cierto es que la sorpresa de la imagen final, totalmente imprevisible, resulta emocionante". La actividad, que arrancaba a las 10:30 de la mañana ha estado amenizado por música, que ha servido para continuar la secuencia de indicaciones muy livianas al ritmo de la misma -figuras basadas en puntos o curvas- sin mayores explicaciones más allá del final del proceso en el que se han incluido aspectos relacionados con el firmamento, en un resultado final que guarda cierto parecido a "La noche estrellada" de Van Gogh.
Todo ello en un proceso que ha contado con varios espectadores amén de los atrevidos a coger el pincel para ponerse "manos a la obra". 
Una actividad que pretende fomentar el potencial del trabajo en equipo. Algo que conoce bien Ruifernández que ha sido capaz de trabajar en murales con cerca de 300 jóvenes para celebrar el aniversario de la poetisa Gloria Fuertes, en Cáceres.
Bermillo cuenta con varios murales -el último de ellos descubierto hace tan sólo una semana-, si bien es la primera vez que implica de manera tan cercana a todos los vecinos invitándolos directamente a convertirse en los protagonistas de una obras digna de admirar.
El proceso, si bien no ha seguido una temática concreta, como está acostumbrada la ilustradora en otros encargos, no ha dejado por ello de ser menos divertido. El resultado salta a la vista.
