Una situación similar a la que se vive en Castilla y León, donde el número de pernoctaciones ha aumentado un 38,02%, pero aún alejado de las 785.396 que se alcanzaron en junio del año 2019
La provincia pierde 12.000 estancias mensuales con respecto a agosto con la llegada de la temporada baja, pero también desciende en 8.200 con respecto a septiembre del 2019