Con tres partidos por disputarse y los puestos de promoción aún al alcance, el Zamora CF afronta su próxima cita liguera con determinación. El equipo rojiblanco, que recibe a un rival directo en apuros, mantiene viva la esperanza de engancharse al grupo que lucha por subir de categoría. Así lo transmite su entrenador, Juan Sabas, que asegura que el vestuario sigue creyendo: “Mientras haya opciones, hay que pelearlo”.
La situación no es sencilla, reconoce el técnico, sobre todo porque el equipo depende de terceros. “Cuando no lo tienes en tu mano, se complica”, apunta, aunque insiste en que una victoria este fin de semana puede reactivar las aspiraciones. “No van a ganar todos los equipos los tres partidos que quedan. Si nosotros ganamos, vamos a estar en una situación de lógica esperanza”.
Sabas subraya que el rival “se juega la vida”, lo que aumenta la dificultad del encuentro, pero confía en mantener el nivel mostrado fuera de casa en jornadas anteriores. “En campos del norte el equipo ha rendido muy bien, incluso en condiciones difíciles”, recuerda. Aun así, avisa: “Aquí va a ser diferente. Ellos llegan con muchas necesidades y eso hace el partido doblemente complicado”.
La receta del técnico es clara: ambición, concentración y propuesta ofensiva desde el inicio. “No tenemos prisa. Tenemos que hacer nuestro fútbol, jugar en campo rival y que se note que también nos jugamos mucho”, afirma. En ese sentido, señala la fragilidad del adversario como visitante, una debilidad que esperan explotar para sumar tres puntos vitales.
En el plano físico, el equipo llega bien. “Terminamos el último partido en buenas condiciones”, asegura Sabas. La única baja confirmada es la de Juanan, que sigue sin evolucionar favorablemente.
Consciente de que el margen de error es mínimo, el entrenador zamorano insiste en mantener la intensidad hasta el final. “Quedan tres partidos, muchísimo por jugar. No podemos bajar los brazos. Queremos estar en las quinielas de lo positivo que aún puede pasar en el campeonato”.