El Zamora CF venció a la Arandina (2-0), encadena su 16ª victoria consecutiva y llega en un estado de forma inmejorable para el partido de Copa del Rey contra el Sporting de Gijón este martes (20.30 horas) en el Ruta de la Plata. La formación de David Movilla no practicó el fútbol más bonito del mundo, pero impuso superioridad de forma más que suficiente ante una Arandina incapaz de agredir la meta defendida por Jon Villanueva. El conjunto burgalés planteó un partido muy serio en defensa, aunque no abusó del repliegue en exceso, pero se olvidó de buscar la portería rojiblanca. Los de David Movilla, por su parte, centraron su juego en el desplazamiento en largo (colocando a tres delanteros en el once titular) y se encontraron con la diosa fortuna para abrir el marcador (con un gol en propia del central rival Diego Rubio). Victoria poco florida, quizás el encuentro más aburrido para el espectador esta temporada en el Ruta de la Plata, pero igualmente justa.
Los primeros compases del encuentro estuvieron protagonizados por una intensa verticalidad impresa por ambos conjuntos. Desde el pitido inicial del colegiado el Zamora buscó encontrar la portería de la Arandina de la forma más expeditiva posible: a través del desplazamiento en largo. Una declaración de intenciones que Movilla dejó patente ya con la elección del once, en el que apostó por una ofensiva con tres puntas (Rubiato, Valentín y Escudero) y una medular compuesta por jugadores de mucho recorrido –como Garban y Vallejo– en detrimento de centrocampistas más duchos en el manejo de balón como son los canteranos Carlos Ramos y Dani Hernández, en el banquillo durante esta jornada.
La primera jugada de peligro cayó a favor de los locales en el minuto seis de partido, con una galopada de Valentín por banda izquierda que finalizó con un lanzamiento forzado ante la defensa un tanto al límite de uno de los zagueros blanquiazules. El Ruta de la Plata reclamó la pena máxima, pero el árbitro –Iván Pablo Gómez– decretó que el contacto había sido insuficiente y señaló saque de puerta.
Ausencia de ocasiones
El conjunto de David Movilla dominaba la escena y había conseguido inclinar el terreno de juego hacia la portería rival, sin embargo, más allá de alguna jugada en solitario del mosquetero Valentín, la escuadra local no conseguía conectar con delanteros a través del pase aéreo. El equipo de Alex Izquierdo replegaba diligentemente y, aunque no presentaba una línea defensiva muy retrasada, era capaz de repeler los balones largos del Zamora CF.
El ataque blanquiazul se conjuraba al balón parado y a cazar algún balón suelto al contraataque. Kalifa, su hombre más adelantado, era el hombre encomendado para cumpir la misión, aunque durante los primeros 30 minutos apenas consiguió contactar con el esférico. Sabedor de que esta sería la estrategia implementada por su rival, David Movilla decidió utilizar todos sus jugadores para defender el balón parado.
La suerte se alió con los locales
El partido estaba tosco, enredado, con muchos duelos en el centro del campo y poca presencia en las áreas. El Ruta de la Plata estaba presenciando el partido más aburrido de la temporada cuando en el minuto 35 Diego Rubio, central de la Arandina, intentó despejar un centro que Garban había puesto por banda derecha con tan mala suerte que no consiguió contactar bien con el esférico que se introdujo en la portería de Carmona poniendo el 1-0 para los locales. El Zamora había sido ligeramente superior a su rival, pero no había conseguido encadenar ocasiones de gol como para merecer ir por delante.
El tanto dejó algo tocados a la formación visitante, que había planteado un encuentro en el que la igualdad se mantuviera durante gran parte del encuentro. Cinco minutos después del 1-0 el Zamora CF aprovechó una transición para anotar su segunda diana del partido. Escudero lideró un fulgurante contraataque por banda derecha, el principal foco de peligro de los rojiblancos en la primera mitad, para ceder atrás a Valentín, que llegaba desde atrás para firmar el 2-0. De esta manera, la formación rojiblanca aprovechó su inmensa pegada esta temporada (suma 48 goles en 18 encuentros) para domeñar a una Arandina que había recibido demasiado castigo.
La Arandina lo intenta sin éxito
En la segunda parte las necesidades del Arandina cambiaron el signo del partido. Los burgaleses presentaron una disposición mucho más ofensiva, separando sus líneas y abriendo a sus laterales y extremos. Gracias al cambio de dibujo el partido comenzó a fluir para ambos conjuntos, que encontraban a sus compañeros con mayor facilidad y abusaban menos del balón en largo.
En el minuto 62 de partido David Movilla acometió su primer cambio dando entrada a Dani Hernández y retirando del campo al goleador Valentín. Parece claro que Movilla buscaba recuperar la posesión, que ahora se encontraba disputada debido a una Arandina mucho más volcada en ataque, aunque sin lograr ocasiones de gol claras.
Vuelta al balón en largo
Tras unos primeros minutos algo más amables para el espectador, el partido tornó de nuevo en tedioso y farragoso. Los equipos no conseguían una circulación de balón sostenida y los desplazamientos en largo eran una constante. Precisamente, en uno de esos balones largos Coque consiguió contactar con Rubiato, escorado en banda derecha, que cedió a Escudero para que este consiguiera perforar la meta de Carmona. No obstante, el línea levantó el banderín y la diana quedó anulada por fuera de juego.
Minutos después el Zamora CF volvió a agredir la portería rival con una jugada personal de Parra. El lateral derecho rojiblanco emuló a Dani Carvajal en la final de la Supercopa de Europa de 2016 y atravesó las líneas defensivas del Arandina como un puñal para, con otro pase de la muerte, dejar solo a Dani Hernández, cuyo disparo fue repelido por Carmona, evitando así el 3-0.
El tono del partido permaneció igual durante los últimos veinte minutos. Sergio García, que había entrado por Escudero en la segunda mitad, lo intentó con un chut que se fue por encima del larguero, mientras que Jon Villanueva puso el miedo en el cuerpo a los hinchas locales con una salida en falso a 10 minutos del final que, afortunadamente para los rojiblancos, el atacante de la Arandina no consiguió acertar a rematar.
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