Edu Campabadal se siente fuerte y ambicioso a las puertas del tramo decisivo de la temporada. El lateral derecho del Zamora CF transmite confianza en un vestuario que ha 'alcanzado' su primer gran objetivo, asegurar la permanencia, y que ahora se permite soñar con metas más altas: “Estamos donde queríamos, donde todos soñábamos a principio de temporada: dependiendo de nosotros mismos para hacer cosas bonitas”, asegura.
Con cinco partidos por delante, el equipo de Juan Sabas mantiene viva la pelea por alcanzar el playoff de ascenso. Y lo hace sin agobios: “Ayuda no tener que mirar hacia abajo todas las semanas. Pero nosotros hemos afrontado cada partido como si pudiéramos ganarlo. Eso nos sacó de la mala racha del inicio”, recuerda Campabadal, que insiste en que el enfoque partido a partido ha sido clave para escalar posiciones.
A estas alturas, las cábalas sobran. “Cada vez que echas cuentas, gana uno, pierde otro, y acabas igual. La cuenta es ganar al Celta B este fin de semana. Luego, cuando quede una o dos jornadas, ya veremos lo que toca hacer”, resume el defensa catalán.
El aspecto físico también aparece en el horizonte, pero Campabadal cree que la ilusión refuerza al equipo: “Todo va conectado. El hecho de soñar con el playoff nos da energía y hace que físicamente estemos mejor de lo que toca a estas alturas. Llegamos en buen momento”.
El rival del fin de semana, el Celta B, no trae buenos recuerdos al Zamora CF: fue uno de los encuentros más grises de la primera vuelta. “Fue engañoso. En la primera parte estuvimos bien, incluso tuvimos una ocasión clara con Nieto. Es cierto que la segunda parte fue muy negativa, pero no creo que nos dominasen exageradamente. Sabemos qué hicimos mal y qué hicieron ellos bien. Tienen un nivel técnico muy alto y debemos estar preparados”.
La plantilla zamorana llega al tramo final con ambición y sin renunciar a nada. El playoff no es una obsesión, pero sí una posibilidad real. Y Campabadal lo resume con claridad: “Solo nos queda mirar hacia arriba, disfrutar… y ver que el camino acaba siendo precioso”.