La calle Santa Clara vivió una tarde diferente este fin de semana gracias a la instalación de 'La Oficina de Donaciones de Historias de Amor', una experiencia poética y participativa que dejó una profunda huella en los ciudadanos.
Esta institución ficticia, creada por la artista Clara García Fraile, invita a los transeúntes a compartir y recibir historias de amor reales, convirtiendo el acto de narrar en un espacio de conexión genuina. Con una estructura que emula las entrevistas oficiales de las instituciones de migración, los voluntarios, o "donantes", fueron guiados por García Fraile a través de un proceso de validación de sus relatos, como si estos fueran documentos a revisar.
Este ingenioso formato no solo rompe con las formas tradicionales de contar historias, sino que además abre la puerta a interrogantes profundas sobre la naturaleza del amor. ¿Es posible verificar la autenticidad de una historia de amor? ¿Cómo se define el amor en sus múltiples facetas? El proyecto invita a una reflexión colectiva sobre estas cuestiones, explorando el amor en todas sus formas: romántico, fraternal, amistoso e incluso el amor propio.
La actividad no solo fue una intervención artística, sino una invitación a los ciudadanos a participar activamente en un acto que transforma el amor en un gesto comunitario. A medida que los relatos se iban compartiendo, la Oficina de Donaciones se convirtió en un espacio íntimo y acogedor, donde el amor se sentía, se compartía y se validaba, no solo como una emoción individual, sino como un acto colectivo.
Esta propuesta itinerante de García Fraile parece decirnos que el amor, en todas sus formas, merece ser contado, escuchado y, sobre todo, celebrado. La Oficina de Donaciones de Historias de Amor pasó por Zamora, dejando una estela de relatos que ahora pertenecen a la memoria de la ciudad.
