Su presencia en la ciudad marca un momento histórico dentro de la programación cultural de las Ferias y Fiestas de San Pedro, pero deslucido por la lluvia y la puesta en escena bajo 5 cenadores.
Con un piano como compañero, el artista cubano, ganador de varios premios Grammy y reconocido por su virtuosismo ofreció un concierto al aire libre bajo cinco cenadores e intentó conectar emoción, raíces y maestría musical. El artista no estuvo solo en el escenario, le acompañó el talentoso percusionista Ruy Adrián López-Nussa, con quien comparte actualmente proyectos musicales. Su presencia en Zamora ha sido una de las únicas tres paradas en España, junto con Vigo y A Coruña, situando a la ciudad en el mapa nacional de grandes eventos musicales.
Un evento que, a pesar de ser un cita de pago este año, ha tenido dos hándicaps, la lluvia y el viento desapacible además de una escasa entrada para lo que este legendario del Jazz podría haber tenido en quizá otro ámbito, al menos resguargado de los elementos. La Plaza de la Catedral si que se llenó de los amantes del jazz aunque también los aledaños ya que la entrada desde 33 euros tampoco era de un precio muy popular si bien el nombre del artista lo vale. Los amantes de las melodías y de disfrutar bajo el cielo encapotado de Zamora, pudieron disfrutar con chaqueta y paraguas de la mejor música de un artista emblemático.
No más de 400 personas pudieron tener a escasos metros a este virtuoso como compañero en la noche del día de San Juan, larga vida al Jazz, y a los organizadores que negaron la entrada a este medio aún habiendo pedido la acreditación dias antes y habíendola solicitado de nuevo esta mañana. No nos duelen prendas pero si la utilización de un espacio público y la negativa a un medio de comunicación como Zamora News. Poder estar 2 minutos en cualquier evento es de ley pero visto lo visto vale con destacarlo en esta crónica que podría haber tenido más contenido pero claro está que no se lo merece.