Zamora amanece con una vista ya plenamente de Semana Santa. Antes de que el reloj marcara las 09.00 horas, los operarios municipales ya trabajan sobre los balcones del Ayuntamiento nuevo para vestir al consistorio con los reposteros que reproducen los emblemas de las 17 Cofradías y Hermandades junto a la Sección de Damas de la Soledad.
En un año más que atípico, por segunda vez sin la referencia del Museo de Semana Santa y sin la posibilidad de optar por el tradicional cruce del Duero a través del Puente de Piedra, los zamoranos mantienen intacto su fervor en una cuenta atrás coreada casi al unísono. Con itinerarios alternativos para hacer frente a las circunstancias sobrevenidas a la espera de que el nuevo Museo se convierta en una realidad, esta será una Semana Santa de nuevo marcada por los cambios y plagada de gestos y homenajes al escultor Ricardo Flecha.
En este contexto comienzan a desplegarse los primeros reposteros, comenzando por el de la Hermandad del Espírito Santo y finalizando por el de la Cofradía de la Santísima Resurrección con el cirio pascual, símbolo de la luz de Cristo resucitado. Un trabajo de anclaje y revisión para asegurarse de que los reposteros permanecen fijados con la fuerza necesaria para hacer frente al viento y a la lluvia.
No faltará el repostero con el emblema de la Junta Pro Semana Santa que, como viene siendo habitual, luce en la fachada del Ayuntamiento viejo y sede de la Policía Municipal de Zamora. Un trabajo renovado hace tan sólo dos años para sustituir a los antiguos con más de 40 años de vida y que cuentan con un material especial resistente al agua y capaz de aguantar más de 3.500 horas de exposición solar directa.
Los operarios trabajan así a poco más de 48 horas de que el Nazareno de San Frontis salga de su sede en la iglesia de Olivares para poner rumbo a la Catedral. Un primer recorrido inédito por el Puente de los Poetas que marcará el inicio de once días de intensa Pasión y celebración sosegada por las calles de Zamora.
