La provincia de Zamora constató una caída del 5,38% en el número de donaciones de sangre a lo largo de todo el 2023 con respecto al año anterior. Un descenso que, desde la Hermandad de Donantes de Sangre, aseguran que deben cogerse "con pinzas" atendiendo a la alta edad media de la provincia así como de la suspensión de colectas que ha condicionado los número finales de donaciones.
Si bien, desde la Hermandad apuntan a otro fenómeno relacionado con un cambio de tendencia en el perfil del donante, antes más orientado a la sangre y que ahora se decanta más por el plasma. Un fenómeno que, en palabras de su presidenta, Isabel Cabrera, se debe en buena parte al calendario.
"Hemos notado un cambio entre el donante de sangre que donaba cuatro veces al año en hombres y tres veces en mujeres al plasma" que reduce el tiempo de espera cada 15 días. De esta manera, Cabrera precisa que buena parte de las donaciones de sangre se han orientado hacia el plasma que constata un aumento muy importante. "Hemos tenido un aumento muy importante".
En cifras, supone que el plasma ha aumentado en un 7,98% en la provincia donde se realizaron un total de 433 aféresis en 2023 frente a las 401 del año anterior. En el caso de la sangre el número de donaciones alcanzó las 4.659, siendo 265 menos que en 2022.
El plasma se puede utilizar directamente en transfusión o destinarlo a extraer unas proteínas que se usan para el tratamiento de diversas enfermedades como la hemofilia, hemorragias, quemaduras, enfermedades del riñón, prevención de la enfermedad hemolítica del recién nacido, tratamiento de déficits inmunitarios, etcétera.
