Se cumplieron los augurios y las dos médicos que faltaban de vacunar lo han podido hacer este pasado lunes en el lugar señalado para ello, el Ramos Carrión. Las dos facultativas eran avisadas entorno a las 14:00 horas por las autoridades sanitarias para recibir una vacuna en este caso de la farmacéutica Pfizer, que es la establecida para grupos de sanitarios en primera línea. Un fallo tremendo de la sanidad y del tan venerado programa de vacunación que nunca fue a la vez tan criticado por los fallos y agujeros que siguen mostrando las vergüenzas de un sistema que falla más que una escopeta de feria.
Ambas facultativas pertenecientes a una mutua de Zamora han sido las dos últimas médicos que quedaban en el listado de los sanitarios de primera línea, ya que las dos estuvieron pasando consulta en todo momento durante la pandemia, cosa que la atención primaria como todos sabemos no hizo ya que el tele-médico fue el nuevo estatus de los facultativos durante todo este tiempo de pandemia.
Zamora ahora si, parece completa la vacunación de los facultativos, aunque quizá haya alguno más que no ha sido vacunado, pero la información que hasta ahora tenemos es que todos han recibido al menos la primera dosis.
El agravio comparativo con la sanidad pública lleva en muchos aspectos a tener que cuestionarse cuales son los protocoles de un macro plan de vacunación que hizo y hace aguas por muchos de los flancos. Los TES que fueron y son los primeros en la línea de ataque en la pandemia, los empleados de funerarias, y un largo etcétera que aún faltan por vacunar dejan en entredicho ese sistema de vacunación del que tanto presumen las autoridades sanitarias. No es muy entendible que se vacunen otros colectivos cuando los de más riesgo por sentido común aún no lo están.
Al menos contribuir a que los sanitarios, los que nos cuidan deban estar vacunados es cometido denunciable ante cualquier ente, ya que de nada sirve que personas que tienen un enorme porcentaje de riesgo por no estar vacunados puedan incluso haber contagiado a los pacientes que puedan ver en sus consultas.
Una sin razón más de un país que ahora no tiene más que esperar a una cuarta ola, para la que los políticos no podrán tener más arma que la de la vacuna, esa que se prometió de forma masiva para todos y que supondría que en le verano el 70% de la población estaría vacunada, una falacia más de algo que todos los españoles tenemos claro, la falsedad en los datos de las Consejerías de Sanidad y por ende del Gobierno.