No puede ningún jardín, comparar su estado en época otoñal o invernal al que ofrece en primavera o en el verano.
Estaciones en las que cambian su frondosidad, por una vista menos atractiva, que en cualquiera de los casos dependerá de las atenciones recibidas. Resultando inadmisible, que por falta de cuidados para esta estación son mínimos, donde en tiempos hubo césped, hoy se halle un terreno baldío, de color pajizo y no tenga parecido alguno con una zona ajardinada. Caso de los jardines de Eduardo Barrón sobre el túnel del ferrocarril.
Exigiendo a la concejalía que pudiera encargarse de parques y jardines, que cumpla con su cometido y que si es incapaz, como debería de realizar mejoras en nuestros jardines, al menos mantenga lo que ya existe.