Los sindicatos zamoranos avanzan con 25 Planes de Igualdad con empresas locales

Pese a ellos, son "muchas" las empresas que a día de hoy no cuentan con estos Planes implementados, una obligación para todas las empresas públicas y privadas con más de 50 trabajadores desde el 7 de marzo del 2022

Algunos de estos casos han sido puesto en conocimiento de Inspección de Trabajo, tal y como confirman los propios sindicatos

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Las empresas zamoranas continúan avanzando en la elaboración de sus Planes de Igualdad, un documento obligatorio en el caso de aquellas con una plantilla superior a los 50 trabajadores desde el año 2022, si bien hay muchas que a día de hoy no cuentan con ellos. 

A día de hoy, los sindicatos UGT y CCOO están negociando 25 Planes de Igualdad con empresas de la provincia, de los que "algunos ya se han conseguido firmar", tal y como ha confirmado la secretaria de Mujer y Políticas de Igualdad de CCOO Zamora, Carolina Morales. Este número representa a las empresas sin representación con delegados, lo que obliga a derivar la representación social a los sindicatos como encargados de negociar con la empresa. 

En todo caso, Morales ha apuntado a que "todavía quedan bastantes empresas" a la espera de implementar estos Planes. Los sindicatos advierten a algunas de las empresas que a día de hoy no cuentan con este conjunto de medidas mientras que "son otras las que se ponen en contacto de manera voluntaria con nosotros para solicitar ayuda". 

Pese a ellos, son "muchas" las empresas que a día de hoy no cuentan con estos Planes implementados, una obligación para todas las empresas públicas y privadas con plantillas de más de 250 trabajadores desde el año 2020, desde el 2021 en el caso de aquellas cuentan con más de 150 y desde hace dos años para las que cuentan con al menos 51 trabajadores. Algunos de estos casos han sido puesto en conocimiento de Inspección de Trabajo, tal y como confirman los propios sindicatos. 

Un Plan de Igualdad es un conjunto ordenado de medidas que se orientan a alcanzar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en las empresas, eliminando la discriminación por razón de sexo y potenciando la conciliación de la vida laboral, personal y familiar. así como eliminando cualquier manifestación de acoso en la empresa con un código de conducta que proteja a los trabajadores. Se trata de un documento extenso, complejo y personalizado según el tipo de empresa atendiendo a las particularidades de cada una y que requiere de un diagnóstico previo.

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