Con su burra engalanada para la ocasión con cintas y repartiendo las tradicionales roscas de pan anisado entre los zamoranos, la "Cofradía" del Cencerro celebra un año más del día de San Antón una jornada festiva y alegre, poniendo una nota de buen humor en este día frío de enero.
La típica sanantonada de alubias a la que también es invitada como comensal de honor la burra, como no podía ser menos, pese a que no pueda entrar en el restaurante por la normativa sanitaria es la comida del día.
Desde 1962 recorren las calles zamoranas tal día como hoy, los hermanos cofrades de la Cofradía del "Cencerro" en la festividad de San Antón. Es la Cofradía del Cencerro, o de los "burros", que integrada por una cuarentena de socios o alguno más reparte roscas de pan, alegría y buen humor por toda la ciudad ataviados con un jubón, una boina y un pañuelo blanco, a la manera de los antiguos tratantes de ganado y acompañados por su inseparable burra, que es trata a cuerpo de rey como una más.
La filosofía de la Cofradía del Cencerro sigue siendo la misma: festejar a San Antón y hacer partícipes a los zamoranos de su alegría. Enero, diecisiete. Esta tarde, a partir de las siete, volverán a la calle como lo hacen desde 1962. Entonces, cuando suenen las dulzainas y el redoblante y aparezcan sus figuras con babis negros, cientos de zamoranos se unirán a la fiesta y compartirán con ellos un año más de buen humor y amistad en honor de San Antonio Abad.
El recorrido empieza como de costumbre desde la Plaza de Alemania y bajarán por San Torcuato hasta el Bar restaurante el Horno, de ahì en adelante y de bar en bar como mandan los cánones. Este es el programa que el hermano Burro mayor ha enviado a los hermanos de la cofradía para el buen desarrollo y comunicación de todos los asnos pertenecientes a la misma.