¿Qué se cena en Nochevieja en los hogares de Zamora?

Un encuentro con la familia; una noche mágica que va más allá de los fuegos artificiales y las campanadas, un festín que abraza la riqueza culinaria

Mesa decorada para la Navidad en Zamora
photo_camera Mesa decorada para la Navidad en Zamora

Hay sabores que despiden el año. Las mesas de Zamora se visten con una selección exquisita para decir adiós a doce meses de vivencias y dar la bienvenida a las nuevas promesas del año. Un encuentro con la familia; una noche mágica que va más allá de los fuegos artificiales y las campanadas, un festín que abraza la riqueza culinaria.

Las doce uvas son una tradición inigualable. Cada bocado es casi una ceremonia nacional. Doce deseos para el año que entra. También los mariscos y pescados, que pasan del mar, a la mesa. Gambas, langostinos o percebes son aderezados con esmero, ofreciendo un festín marino y un indiscutible de la mesa de Nochevieja.

El cordero o el cochinillo asado forman parte de la tradición carnívora. Que conquistan. Las carnes tiernas y jugosas, cocinadas a la perfección, simbolizan la celebración y son el deleite de los que buscan una experiencia carnívora memorable. Y también el toque dulce; los turrones y polvorones que se comparten con largas conversaciones y ponen el broche final a una velada festiva.

También el cava y la sidra, para brindar por un nuevo comienzo y que fluyen generosamente en las copas mientras se brinda por el fin del año que se va y el comienzo de uno nuevo lleno de esperanzas y oportunidades.

En las mesas zamoranas, se fusiona la tradición y el sabor. Una sinfonía culinaria de todos los que se ponen manos a la obra para el disfrute. Así, mientras las campanadas resuenan y los fuegos artificiales iluminan el cielo, las delicias en el plato se convierten en el último banquete del año.

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