martes. 23.04.2024
Poblado de la presa de Castro. Foto EEA
Poblado de la presa de Castro. Foto EEA

De pueblo abandonado a mediático, el Salto de Castro ha estado en boca de muchos desde que hace poco más de dos semanas un portal inmobiliario colgara una suculenta oferta por la que se ponía a la venta el conjunto de un pueblo construido a mediados de la década de los años 50 y que desde finales de los 80 permanece deshabitado y sumido en el olvido. 

El Salto de Castro ha sido finalmente adquirido por un empresario toledano que se ha hecho con el conjunto de las 44 viviendas -cinco de ellas unifamiliares- y que cuenta también con un bar, iglesia, escuela, cuartel de la guardia civil y hasta farmacia por poco más de 260.000 euros, la suma que se pedía inicialmente por el portal Idealista. 

En concreto la compraventa se ha cerrado con el constructor y administrador del grupo Faos, Óscar Torres, que ha apostado por esta oferta para construir en el que en su día fue una solución de la entonces Iberduero para alojar y dar servicio a las familias de los trabajadores contratados para levantar el embalse que se erige a escasa distancia. 

Su localización fronteriza con Portugal y las maravillosas vistas que ofrece este pueblo construido en la parte más baja de la depresión de los Arribes constituye una auténtica joya, hasta hace poco únicamente valorada por lugareños, zamoranos y curiosos que se acercaban para contemplar el paisaje que se despliega a ojos del espectador desde las construcciones más elevadas con el Duero de fondo y que ha sido protagonista de innumerables sesiones fotográficas por el encanto que otorga un lugar tan idílico como abandonado desde hace más de 33 años. 

El poblado pasará así de las manos de la agencia inmobiliaria -que adquirió el conjunto del pueblo a una familia que lo adquirió a Iberdrola a inicios de los años 2000- a tener una tercera oportunidad y una segunda vida, después de que los primeros compradores no pudieran llevar a cabo su sueño frustrado por la crisis económica que estalló en el año 2008. Sin embargo, el proyecto inicial no cambiará en esencia. 

Y es que la previsión de Torres es convertir el Salto de Castro como una nueva iniciativa turística en la zona de Aliste, para lo que invertirá cerca de cuatro millones de euros en su remodelación. Así lo ha confirmado al diario Toledodiario.es que se ha hecho eco de sus aspiraciones tras formalizar la compra del pueblo perteneciente al término de Fonfría. 

"Tiene mucho trabajo. Una operación así es difícil pero no me asusta", ha señalado Torres en declaraciones a su medio local al que ha apuntado que ya ha depositado una señal para hacer efectivo el proceso de compra. Tras completar toda la documentación de compra y escritura, el primer paso será realizar una limpieza a fondo del pueblo y sus infraestructuras para, a continuación, someterla a un proyecto de rehabilitación una vez se disponga del permiso de obras. "Siempre quise hacer algo así". 

Con una superficie total de 7,8 hectáreas de terreno y algo más de 6.600 metros cuadrados, el precio de esta oferta -poco más de39 euros el metro cuadrado conquistó a varios posibles compradores -su poder viral llegó a oídos de la propia cadena pública británica- que realizaron ofertas en firme al Royal Invest Madrid, la asesora financiera inmobiliaria que ha actuado de intermediaria en el proceso de compra-venta. Su director financiero y comercial, Romueldo Rodríguez, asegura que se trata de una gran oportunidad para revitalizar la España vaciada. 

De pueblo abandonado a "codiciado": el Salto de Castro ya tiene propietario