Este pasado miércoles ha tenido lugar, en la capilla del obispado de Zamora, el acto de toma de posesión del nuevo vicario general, D. Pedro Faúndez Mayo, y del provicario general, D. Millán Núñez Ossorio, recientemente nombrados por el obispo de Zamora, Mons. Fernando Valera.
El acto ha contado con la presencia del obispo, de miembros del consejo de gobierno, del clero diocesano, de colaboradores cercanos de la curia y de familiares.
El obispo recordó a los sacerdotes que asumían el nuevo cargo que no olvidaran su condición de hijos amados del padre. Les recordó que nunca se sentirán solos porque toda la comunidad diocesana les sostiene con su oración y que la generosidad de su entrega dará fruto abundante. Tras las palabras del prelado, los nombrados han realizado la profesión de fe y el juramento de fidelidad ante la comunidad eclesial, como es preceptivo según las normas canónicas.
La toma de posesión de estos cargos no es meramente formal. Marca el inicio oficial de un servicio pastoral de gran responsabilidad en la vida diocesana. El vicario general actúa como el principal colaborador del obispo en el gobierno de la diócesis, con potestad ejecutiva para atender a los asuntos ordinarios y urgentes que afectan a la vida pastoral, administrativa y organizativa. Por su parte, el provicario general asiste al vicario y al obispo, y puede sustituir al primero en caso de ausencia o por delegación expresa, garantizando así la continuidad del gobierno pastoral.
Estos nombramientos y la posterior toma de posesión son expresión de la comunión eclesial y de la corresponsabilidad en el ejercicio del ministerio pastoral. A través de este acto, se reconoce públicamente la misión encomendada por el obispo y la disposición de los nuevos cargos a servir con entrega, prudencia y fidelidad a la Iglesia de Zamora.
Roguemos al Señor para que acompañe con su gracia a Pedro Faúndez y a Millán Núñez en esta nueva etapa de servicio, y para que el Espíritu Santo inspire siempre sus decisiones y su entrega al Pueblo de Dios.