El proceso selectivo para cubrir plazas de conserje en el Ayuntamiento de Zamora ha derivado en controversia tras el segundo ejercicio de la oposición, celebrado el pasado 25 de septiembre. Un grupo de opositores ha presentado un recurso de alzada dirigido al alcalde, Francisco Guarido, al considerar que la prueba no se ajustó a lo establecido en las bases y se produjeron irregularidades que comprometen su validez.
A esta fase llegaron un centenar de aspirantes de los casi 500 que se presentaron al primer examen teórico del 18 de junio, pero únicamente doce lograron superarla, nueve en turno libre y tres en discapacidad, según la lista provisional publicada por el Consistorio zamorano.
Un examen que, según denuncian, no fue práctico y no respetó el temario
El núcleo de la impugnación se centra en que el contenido del ejercicio no correspondió al Bloque 2, de carácter práctico, tal y como marcan las bases para esta segunda prueba. Los opositores sostienen, además, que el 80% de las preguntas no tenía naturaleza práctica y exigía conocimientos teóricos ajenos al desempeño cotidiano de un conserje.
En sus alegaciones ante el Tribunal calificador, este grupo de ciudadanos considera que se formularon cuestiones pertenecientes al Bloque 1, incluido contenido constitucional, así como otras que ni siquiera figuraban en el temario, como una relativa a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. El examen incluía también cuatro preguntas basadas en un reglamento interno del Ayuntamiento de Zamora del que, según señalan, "ni aparece en las bases de la convocatoria".
A ello se suma una cuestión técnica sobre escalas cartográficas, planteada “a petición del Servicio de Urbanismo”, que pedía determinar la escala de un plano reducido a formato A4. Los aspirantes recuerdan que para concurrir a la oposición únicamente se exigía certificado de escolaridad, por lo que consideran esta pregunta impropia para el nivel y perfil del puesto.
Preguntas con “errores técnicos” y ambigüedades
El recurso también detalla que algunas preguntas contenían errores técnicos, formulaciones ambiguas o incluso la ausencia de una respuesta plenamente correcta, lo que, a su juicio, incrementa la inseguridad jurídica de la prueba. Se cita, por ejemplo, la pregunta sobre el aforo de la Alhóndiga, cuya respuesta dada por válida —136 plazas— no coincide con el aforo operativo actual, cifrado en 116 tras la eliminación de varias plazas para garantizar las salidas de emergencia.
Un examen “confuso” y poco accesible
Los opositores destacan además la falta de claridad visual y estructural del ejercicio. Aseguran que no se diferenciaban con nitidez las preguntas de las respuestas —ausencia de negritas o numeración clara— y que una de las cuestiones llegó a ocupar casi un folio.
Respuestas a las alegaciones: “falta de respeto”
Uno de los puntos que más malestar ha generado es la forma en que fueron contestadas algunas de las alegaciones. Los opositores aseguran que ciertas respuestas del tribunal “denotan una total falta de respeto” y citan como ejemplos que se dirijan a un candidato en femenino pese a ser hombre, respuestas a preguntas que no habían planteado y “acusaciones" a los opositores por "desconocimiento notorio” por parte del tribunal. Consideran que este tipo de contestaciones resultan inapropiadas en un procedimiento administrativo de estas características.
“No se ajustó a la realidad del puesto”
En resumen, sostienes que el examen vulneró las bases al no plantear supuestos prácticos vinculados al trabajo real de un conserje y exigir, en cambio, conocimientos normativos, jurídicos o administrativos ajenos a las funciones habituales del puesto. En su opinión, ello supone “una infracción directa” de lo establecido para el segundo ejercicio de la oposición.
Por todo ello, han solicitado la paralización del proceso selectivo mientras se resuelve el recurso de alzada. La decisión queda ahora en manos del alcalde de Zamora, a quien va dirigido el escrito.