El Teatro Ramos Carrión se rindió este sábado ante Ángel Martín, que logró llenar la sala de auténticas carcajadas con su nuevo espectáculo “Nuevo material”. El humorista catalán desplegó un monólogo cargado de ingenio, sarcasmo y una buena dosis de provocación, en el que las risas se mezclaron con momentos de tensión cuando puso al público “contra las cuerdas” con temas tan polémicos como actuales.
Con su estilo mordaz y directo, Martín propuso un recorrido por los absurdos de la vida moderna, la relación con la tecnología, el disparate de las redes sociales o las situaciones cotidianas que parecen sacadas de otro planeta. “Mi intención esta noche es que salgamos de aquí con el cerebro limpio, pero en este monólogo no como el anterior: limpios… pero con moretones”, advirtió entre aplausos.
El cómico tiró de anécdotas familiares, como cuando su abuela le daba dinero a escondidas, y lanzó dardos sobre las nuevas formas de indignación colectiva. “El problema es saber qué piensas tú acerca de las cosas, no subirse al primer carro”, señaló, en una clara referencia a la cultura de la cancelación y al odio que circula en internet.
Uno de los momentos más celebrados llegó con su alegato contra el odio o el daño anónimo en redes: “Antes, para insultarte había que decírtelo a la cara. Ahora, cualquier persona desde kilómetros de distancia puede hacerte daño. Nos hemos olvidado de hablar con cariño”.
Entre bromas disparatadas, como imaginar un futuro con pantalones que se secan solos “por si te quieres mear encima”, y reflexiones filosóficas sobre el comportamiento humano, Martín recordó que “somos monos” que necesitan reírse de sí mismos para poder entenderse mejor. “No es un ataque, humillar sí lo es, pero bromear es mirarnos con otros ojos”, defendió.
El público, muy variado, parejas, grupos de amigos y asistentes solitarios, acompañó cada giro del espectáculo con risas, vítores y palmas. Una sala encendida que estalló con fuerza cuando el humorista dejó claro el mensaje central de la noche:
“No dejes que internet piense por ti. Piensa bien qué piensas tú y que no te incomode. Nunca pierdas el sentido del humor. No echemos más leña a las chimeneas del odio”.
Con este alegato final, Ángel Martín firmó en Zamora una velada tan divertida como necesaria, donde el humor sirvió de espejo crítico y el público salió con la sensación de haber reído y pensado.