El Ayuntamiento de Zamora llevará al pleno del próximo mes de marzo la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de 2011 con la intención de “adaptarla a la realidad” y acabar con los “delirios de grandeza” que apostaban por un potencial de crecimiento de la ciudad de alcanzar los 167.000 habitantes. Se trata de una de las propuestas electorales más defendidas por Izquierda Unida en los anteriores comicios de 2019, si bien la complejidad de la tramitación ha impedido que haya podido podido debatirse antes.
La propuesta de modificación de los PGOU aprobados por el consistorio con el Partido Popular al frente plantea ahora suprimir 4,272 millones de metros cuadrados de suelo urbanizable que volverán a ser terreno rústico. De ellos 3,06 millones corresponden a la modificación promovida por la Junta Agropecuaria y 1,2 millones corresponden a Sentencia Judicial lograda por la Asociación de Regantes del Canal de San Frontis. Todo este terreno volverá a ser suelo rústico urbanizable, todos ellos en la periferia de la ciudad.
Esta propuesta ha partido a iniciativa de la Junta Agropecuaria Local modificando el PGOU así del año 2011 pero cuya tramitación arrancó en el 2006 cuando el "boom del ladrillo" dio paso a la "Burbuja inmobiliaria" y que tan graves consecuencias trajo consigo. Este Plan vino a sustituir el de 2001 que consideraba suelo urbanizable todo aquel que no estuviera protegido, lo que derivó en la creación de urbanizaciones a cuatro e incluso seis kilómetros de distancia de las ciudades, como es el caso de la urbanización siglo XXI y que implica un disparo en el gasto por servicios frente a otras zonas como el casco urbano.
La novedad que introdujo el Plan del 2011 es programar una serie de sectores múltiples orientada a una ciudad que entonces se pensaba que iba a llegar a alcanzar una población de 167.000 habitantes, "lo cual era una auténtica locura", tal y como ha planteado el alcalde, Francisco Guarido. Fue en ese momento cuando los sectores del Plan comienzan a llegar a la carretera de Carrascal, alrededores del Ruta de la Plata o en la franja superior de La Alberca y en el canal de San Frontis. Ello obligó a que la conversión de terrero rústico a urbanizable se disparara. Una reclasificación del suelo que afectó a los pequeños propietarios de esos terrenos.
"La realidad se impuso" y ello conllevó incluso que por ejemplo la Junta de Castilla y León abandonara el ambicioso proyecto 'Cúpulas del Duero' en 2013 que planteaba cinco sedes como un proyecto un dinamizador para poner en valor la producción, el Patrimonio, el agua y la tecnología. Entre los planes figuraba un campo de gol en Aldehuela, pabellones deportivos, hoteles, etc.
Ya en el año 2016 se dio una sentencia a favor de la Comunidad de Regantes de la Comunidad de Regantes de San Frontis por la cual se anularon varios sectores -incluidos en color azul en el mapa adjunto- y que supuso la reversión de 1,2 millones de metros cuadrados.
Una reversión que ahora tendrá continuidad después de que la Junta Agropecuaria Local propusiera en 2019 al Ayuntamiento una reversión de otros sectores de la periferia atendiendo a la demanda de los agricultores y que suponen la vuelta de 3,06 millones de m2 que vuelven a convertirse en terreno rústico -coloreados de color rojo en el mapa-. "Está claro que todos esos sectores sobran en nuestra ciudad", lo que obliga a replantear el Plan.
La modificación conlleva una reducción de las previsiones de crecimiento de la ciudad de hasta 167.000 personas que pasarán ahora a situarse en las 120.000 planteando un colchón “suficiente” para asegurar la expansión de la ciudad sin grandes perjuicios para los propietarios de suelos periféricos. La rebaja dejará al final 15.280.000 metros cuadrados tras las dos rebajas de la sentencia judicial y aplicando la nueva reversión.
El número de viviendas máximo mantiene las 37.000 de suelo urbano -que no varían dado que el suelo urbano no sufre modificaciones-, si bien las 33.800 de terreno urbanizable pasarán a recortarse hasta los 20.300. "Volvemos a una situación muy parecida a lo queríamos en el año 2001, que es lo que necesita esta ciudad".
Una modificación que podría cristalizar antes de finalizar el año ya que, según los cálculos del equipo de Gobierno, podría extenderse entre seis y siete meses “si todo va bien”. El pleno del mes de marzo abordará la modificación inicial del Plan y que conllevará la información tanto de la Diputación de Zamora, el Ministerio de Asuntos Económicos, la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León así como la Consejería de Ordenación del Territorio, la Confederación Hidrográfica del Duero, la Subdelegación del Gobierno, la demarcación de carreteras del Estado, el Servicio Territorial de Medio Ambiente y el de Fomento de Zamora.
El siguiente paso será volver a llevar esos informe a un nuevo pleno para ajustar y retocar lo que sea necesario, si bien deberá ser la Junta de Castilla y León la que de la aprobación definitiva de esta modificación. Guarido precisa que con esta nueva situación incluso mejora los estándares en espacios verdes y equipamientos en relación a metros cuadrados por habitante.
Para el alcalde del Ayuntamiento, Francisco Guarido, esta modificación viene a poner sobre la mesa el “fracaso” y “espejismo” del Plan ideado por el PP hace más de una década.
