Para alivio de gran parte de los alérgicos, el polen ya comienza a remitir en casi todo el país. Sin embargo, todavía se mantiene el nivel máximo de índices polínicos en 13 provincias de la mitad norte peninsular, según informa eltiempo.es en su Sección de Polen.
Galicia, Asturias, Navarra y gran parte del País Vasco registran las concentraciones de polen más elevadas. Además, a este elevado nivel se suman las provincias de León, Palencia, Ávila, Segovia y Girona.
Por otra parte, algunas provincias siguen registrando nivel amarillo por concentraciones moderadas de polen: Soria, Salamanca, Madrid, Huesca, Lleida y Barcelona.
Como ha sido habitual a lo largo de la época de la primavera, la gramínea vuelve a ser la principal responsable de elevar los niveles de polen en el mayor número de provincias. Aunque se mantenga como la especie más polinizadora, sí se registra un descenso de su influencia afectando esta semana a 8 provincias, frente a las 18 de la semana pasada.
Muy cerca de estos valores se encuentra la ortiga como segunda especie más polinizadora afectando a 7 provincias del norte peninsular.
¿Cómo será el polen de este verano?
En primavera, la época con los datos más elevados de polinosis, los registros vienen principalmente dados por gramíneas y olivo. Mientras que durante los meses de junio, julio y agosto, la presencia de pólenes procedentes de las malezas, como el chenopodium o la salsola, serán los que repunten.
Este final de primavera, y comienzo del verano, ha estado marcado por los altos niveles de polen, siendo las provincias más afectadas: Madrid, Toledo, Jaén y Granada. Todas ellas, han registrado durante al menos 9 semanas el nivel más alto de polen.
Muy cerca de estas provincias se encuentran: Badajoz, Córdoba y Guadalajara, Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Salamanca y Vizcaya, con al menos 7 semanas en el nivel rojo de polen.
Cabe destacar que los valores de polen, en cualquier época del año, dependen de las condiciones meteorológicas. Así, la lluvia hace un efecto barrido de los pólenes y hace descender sus niveles, aunque también favorece que las plantas crezcan y produzcan más polen.
Por su parte, las temperaturas extremadamente cálidas también hacen que disminuyan los síntomas en pacientes alérgicos a cualquier tipo de polen.