La hostelería zamorana en pie de guerra logró concentrar a más de 300 personas pasada la 1 de la madrugada en la Plaza Mayor

Con el conocido lema de "no somos una amenaza sino parte de la solución", la hostelería de Zamora hacía un llamamiento a la concentración pasada la 1 de la madrugada hora de cierre de los establecimientos de restauración. 

Los hosteleros se concentraban para dignificar sus peticiones que elevan al Gobierno de España y a la Junta de Castilla y León a los que acusan de no tener una normativa clara y que no asfixie a los empresarios de este sector al que han hundido y siguen hundiendo con normas que ni ellos son capaces de controlar ya que no hay empatía ninguna con el sector.

 El portavoz en la pasada noche de los hosteleros zamoranos era Óscar y explicaba que no son el problema sino parte de la solución puesto que también ponen parte de su trabajo al servicio de la Guardia Civil y Policía para intentan ayudar a que no haya masificaciones en el ocio nocturno.  

Las normas son más estrictas, la clase política no está entendiendo y están desvirtuados de la realidad, señalaba el empresario que a su vez cargaba contra:" las leyes son un copia y pega de otras comunidades, estamos hartos, hartos de todo puesto que en cada provincia y Comunidad la casuística es diferente".

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"Está claro que el ocio nocturno es un riesgo, pero el no regulado, la hostelería tiene una realidad y que hay medidas que no se están tomando y en mucos sitios no se cumplen pero para ello está la policía como en todos los sectores de la sociedad, no entendemos el linchamiento directo, estamos en el sector servicios el más importante del país y el problema es también más grave puesto que el sector no está unido y lo que se dicta se acata sin más".

"Se solucionarían muchos problemas si la noche se alargara al menos hasta las 3 de la mañana" comentaba el empresario. Los problemas vienen de las reuniones privadas y familiares, no podemos pagarlo los hosteleros, comentaba el portavoz. El problema está también en la permisividad de algunos hosteleros que no mantienen las reglas pero ahí ha de ser la policía la que regule el tema. Las quejas de la hostelería se fundan en la cantidad de gastos y pérdidas de dinero en sus negocios que están en muchos casos al borde del cierre.07801252-5d33-4176-b14e-0393a8878261.jpg

Los rebrotes comenzaron en la segunda quincena de julio, si cada provincia o cada comunidad autónoma hubiera estado en su sitio y no se hubiera abierto como se hizo las cosas no habrían salido como está pasando ahora, no se toman medidas para ayudar y a los turistas que vienen de fuera, ni cuarentena ni nada parecido cuando a los españoles que viajan si que les imponen una cuarentena, el problema esta en el cierre de las provincias que no se hizo como se debía y no preguntaron a nadie para ello.

Ninguna medida tomada en Castilla y León es y ha sido eficiente. Un tercio de los contagiados está en Valladolid y se dispersan por las provincias pero todo es debido a la falta de normativa y medidas que sean capaces de corregir estos errores que dejan abierta la puerta a los contagios y son siempre casos importados los que asolan nuestra estadística. Si se hubieran cerrado las provincias esto no hubiera pasado apuntaba Óscar.

Todos los proveedores y la gente de hostelería dentro del sector que genera miles de puestos de trabajo están destrozados y abocados al cierre en estas condiciones, había que dar un paso adelante aunque no seamos un sector muy unido.

En la Plaza Mayor de Zamora cerca de 300 personas se concentraban de una forma ordenada y protestaban en silencio también al final de la concentración con un minuto de forma simbólica por la muerte de la hostelería.

Galería de imágenes y vídeos  (Marcos Vicente) 

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