Todo apuntaba a que el chiringuito de Los Pelambres abriría sus puertas estas Navidades, con un diseño fresco y original y la gran apuesta familiar de Manuel Garrote, que ya tenía todo preparado para su estreno. Sin embargo, problemas burocráticos han impedido que el proyecto salga adelante, según han confirmado fuentes cercanas.
Debido a estos contratiempos, el proceso de concesión del chiringuito continuará con el siguiente solicitante, dejando en pausa la iniciativa del joven influencer zamorano. Aunque su gran sueño sigue siendo crear un hotel rural inspirado en la Tierra Media en su pueblo natal, Garrote continuaba apostando por la hostelería en Zamora, y lamenta que esta propuesta no haya podido materializarse.
En sus redes sociales, ha querido subrayar que “al menos lo he intentado”, destacando que, a pesar del revés, confía en poder desarrollar un nuevo proyecto que le ilusione.