La Virgen de La Concha recorrió las calles en las Vísperas del Corpus para ser entronizada en el Ayuntamiento.
Precedida de los gigantes y gigantillas de la Asociación Tradición y Música Popular y de la Tarasca, la Virgen de La Concha recorrió ayer las calles cumpliendo con la secular tradición de vísperas del Corpus, cuando la ciudad le honra como su abogada y protectora.
A las siete de la tarde partía la comitiva de San Antolín para dirigirse a la Catedral, donde la Virgen fue recibida por el Cabildo y la Hermandad del Corpus Christi. Previamente, en las iglesias del Tránsito y de San Ildefonso, tuvieron lugar dos pequeñas estaciones para rezar ante otras de las principales devociones de los zamoranos como son la Virgen del Tránsito y los Santos Cuerpos de Ildefonso y Atilano. Allí, junto a la iglesia arciprestal, los gigantes hubieron de 'agacharse' para pasar el arco y esperar en la Plaza de Fray Diego de Deza al término del rezo para proseguir el camino hacia la seo.
Ya en el templo mayor tuvo lugar el rezo de vísperas, para emprender el camino de regreso por la Rúa de los Notarios hacia el Ayuntamiento, donde la Virgen fue entronizada en el salón de plenos, convertido un año más en capilla para honrar a la Patrona como Señora de la ciudad.
Vestida de rojo, guapa, muy guapa, la Virgen de La Concha recibía el cariño de los zamoranos que la aguardaban en las aceras y de los cofrades y devotos que quisieron acompañarla en su salida a las calles. Flores de los jardines de la ciudad, tomillo y romero embellecían el interior y el exterior del Consistorio, en cuyo vestíbulo se quedaron toda la noche los gigantes y gigantillas a modo de guardianes, mientras numerosos zamoranos posaban con la Tarasca en los soportales.
Ya en el interior del salón de plenos la Virgen fue entronizada mientras sus cofrades y devotos la velaban en uno de los actos más entrañables que conserva la ciudad y que hablan de la íntima relación que guarda la Patrona con su Ayuntamiento.
Desde el balcón principal del Consistorio la Virgen de La Concha preside hoy el altar efímero erigido por la cofradía con motivo de la solemnidad del Corpus. Así, una vez finalizada la procesión, en el Consistorio tendrá lugar la santa misa, para devolver a la imagen a la iglesia de San Vicente una vez concluida la ceremonia religiosa.
