El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha respondido esta mañana en rueda de prensa a las informaciones publicadas sobre una supuesta querella presentada contra él, la viceinterventora municipal y el anterior secretario del Ayuntamiento, en relación con el contrato del servicio de limpieza viaria y recogida de basuras —conocido como Zamora Limpia—.
Guarido aseguró no tener conocimiento oficial de ninguna querella y calificó la publicación del asunto como “una maniobra política con tintes personales”.
“Si realmente se ha puesto la denuncia, me parece un acto de venganza propio de las películas de Torrente”, declaró el alcalde, visiblemente molesto por el uso mediático de un procedimiento que, según insistió, “ni siquiera ha sido admitido a trámite”.
“He tenido seis querellas y he salido indemne de todas”
El regidor explicó cómo funcionan estos procesos judiciales y recordó que ha sido objeto de diversas denuncias y querellas a lo largo de su trayectoria política, tanto desde la oposición como desde el Gobierno municipal.
“Voy por la sexta querella, más dos denuncias por delito electoral y tres por acoso laboral. Y de todas he salido indemne. La finalidad siempre es la misma: menoscabar la imagen del alcalde, intentar hacer daño político”, afirmó.
Guarido repasó algunos de los casos más significativos, como la querella por el Plan de Urbanismo en tiempos de Rosa Valdeón, archivada por el juzgado, o la presentada por el exteniente de alcalde Ángel Macías, también desestimada.
“Todas estas querellas acaban igual: se archivan porque no tienen fundamento. Pero mientras tanto, se busca crear ruido político”, lamentó.
El origen del conflicto: el sobrecoste del contrato de limpieza
Entrando en materia, el alcalde explicó el contexto del conflicto judicial que dio pie a esta nueva polémica.
Según relató, todo comenzó en 2021, cuando la viceinterventora municipal elaboró un informe de control financiero que detectó un sobrecoste de 9,7 millones de euros en el contrato de Zamora Limpia, vigente desde el año 2000 hasta 2022.
Ese exceso de gasto se habría originado, dijo, por el pago indebido de amortizaciones de maquinaria ya propiedad del Ayuntamiento, que debieron cesar en 2010 pero continuaron durante más de una década.
“La parte principal del sobrecoste, unos siete millones, se pagó de más entre 2011 y 2022. Siempre con la firma del mismo responsable del servicio. Quien firma la certificación mensual es quien avala que el servicio se ha prestado y, por tanto, que se debe pagar”, explicó Guarido.
El alcalde subrayó que la gestión del contrato “siguió prorrogándose por la ineficacia y negligencia de quien debía elaborar los nuevos pliegos”, en referencia al técnico hoy jubilado que habría promovido la querella. El técnico:
“Fue incapaz de sacar los pliegos de condiciones. Sólo cuando se incorporó un nuevo funcionario se pudo poner en marcha el nuevo contrato”, añadió.
“Una denuncia falsa y temeraria”
Guarido sostuvo que la querella, de existir, se basa en una interpretación interesada de las funciones del técnico y defendió la legalidad de las certificaciones firmadas por personal laboral.
“La ley 7 de 2007, del Estatuto Básico del Empleado Público, establece que el personal laboral que viniera realizando funciones reservadas a funcionarios puede seguir haciéndolo hasta su jubilación. No hay nada irregular”, subrayó.
El regidor fue más allá y calificó la supuesta denuncia como “una pataleta tardía” de quien se siente señalado tras años de gestión irregular.
“Hablamos de una persona que fue responsable del mayor contrato del Ayuntamiento, que firmó el informe de adjudicación y que ahora intenta dar la vuelta a la tortilla. Es el mundo al revés”, ironizó.
“Esto es una venganza contra mí”
Guarido no dudó en atribuir un carácter personal y político a esta actuación.
“Esto es un acto de pura venganza contra mí. El Ayuntamiento lo único que ha hecho ha sido investigar hasta el final y reclamar judicialmente los 9,7 millones que se pagaron de más. Todo lo demás es ruido para desprestigiarme”, dijo.
Recordó además que el procedimiento judicial está en fase contencioso-administrativa, tras haberse archivado la vía penal, y que el Ayuntamiento “continuará defendiendo el interés público hasta el final”.
“El Pleno aprobó reclamar a la empresa Zamora Limpia el dinero, y eso es lo que estamos haciendo. Las responsabilidades personales ya quedaron claras: no hay dolo ni apropiación, pero sí una negligencia evidente en la gestión del servicio”, insistió.
“Mi compromiso con la transparencia es absoluto”
El alcalde finalizó su intervención recordando que su trayectoria se ha caracterizado por la lucha contra la corrupción y por la defensa de la transparencia en la gestión pública.
“He denunciado muchas irregularidades en este Ayuntamiento, cuando estaba en la oposición y ahora en el Gobierno. Me da igual cuántas querellas me pongan: seguiré siendo inflexible con la corrupción”, afirmó.
A modo de conclusión, Guarido dejó claro que la gestión del actual equipo de Gobierno es limpia y transparente, muy distinta a la de etapas anteriores.
“Ahora lo que se debate en la oposición es si hay una baldosa rota o una farola fundida. Antes hablábamos de corrupción, de millones perdidos. Y eso ya no pasa en este Ayuntamiento”, zanjó.
🟤 Contexto: el contrato de “Zamora Limpia”
El servicio de limpieza viaria y recogida de basuras fue adjudicado en el año 2000, con sucesivas prórrogas hasta 2022. El informe de la viceinterventora municipal detectó pagos indebidos por más de nueve millones de euros, lo que llevó al Ayuntamiento a iniciar acciones judiciales para recuperar ese dinero.
Tras el archivo de la vía penal, el caso continúa ahora en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, con el objetivo de que la empresa devuelva las cantidades cobradas de más.