La sede de Izquierda Unida se preparaba para celebrar una nueva victoria electoral en los comicios municipales. Incluso antes de cerrarse los colegios electorales, Francisco Guarido, candidato a revalidar la alcaldía, esperaba en la sede a los primeros resultados.
Poco a poco los miembros que conforman Izquierda Unida iban llegando a apoyar a su cabeza de lista y para festejar lo que las encuestas vaticinaban.
Con los primeros porcentajes escrutados, los presentes veían que los resultados iban cumpliendo las expectativas para conseguir la mayoría. Mientras, los comentarios sobre cómo avanzaba el escrutinio no cesaban en una sede que rebosaba optimismo.
El escrutinio avanzaba e Izquierda Unida mantenía mayoría, aunque en la sede veían cómo sería necesario pactar para mantener la Alcaldía de Zamora.
Francisco Guarido consideraba que, después de ocho años, perder la mayoría absoluta no era suponía ningún revés, incluso consideraba que, tras ocho años de gobierno, volver a ser el partido más votado era un “indudable éxito”.
Añadía el candidato que otro éxito ha sido “aguantar el envite de la derecha”, de quienes consideraba que han transformado las elecciones locales en unas elecciones generales. Así pues, señalaba que a Izquierda Unida se le valora “el trabajo en la ciudad”, siendo un partido que se “gana el voto en el día a día”.
Sobre el futuro del consistorio, Guarido ha transmitido su intención de valorar las posibilidades a lo largo de los próximos días para estudiar si se gobierna en solitario o en coalición.
