El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha conmemorado este viernes diez años al frente del Ayuntamiento, una etapa iniciada en 2015 bajo las siglas de Izquierda Unida (IU) y marcada, según ha subrayado el propio regidor, por “un gobierno tranquilo y honrado”.
Guarido ha recordado que, tal día como hoy hace una década, la Plaza Mayor de Zamora se llenaba con miles de personas para dar la bienvenida a una nueva etapa política. Aquel día, ocho concejales de IU formaban un gobierno en minoría que, según sus palabras, “dio todo lo posible para sacar adelante una ciudad desde otra manera de hacer política”.
En su mensaje, el alcalde ha destacado que el ascenso al gobierno local fue fruto de “16 años de oposición coherente” que permitieron a IU ganarse el respeto de los ciudadanos. También ha señalado la “energía colectiva” de su organización para no sumarse a los movimientos emergentes de aquel momento, como las llamadas “ciudades del cambio”, a los que considera responsables de una gestión “vacía de contenido y marcada por frases huecas”.
A modo de reflexión personal, Guarido ha reivindicado la política como “una actividad noble” y no como una práctica desacreditada. “La política no es fontanería ni engaño. Es un arte, como la definía Aristóteles”, ha afirmado, reivindicando también su formación en Ciencias Políticas como una base que le dio una “perspectiva distinta y alejada del ruido”.
Durante estos diez años de gestión, IU ha pasado de 8 a 14 concejales en 2019, y cuenta actualmente con 10 ahora en el consistorio. Guarido ha afirmado que, a pesar del paso del tiempo, “el equipo no ha cambiado” y sigue guiado por los principios de “trabajo y honradez”, pilares que —según el alcalde— definen esta década de gobierno.
Sin hacer alardes triunfalistas, Guarido ha agradecido el respaldo de los militantes de IU, los concejales y, especialmente, al pueblo de Zamora. Ha cerrado asegurando que, pese a los tiempos de incertidumbre política a nivel nacional, no ha aprendido —ni piensa aprender— “cómo se hacen las triquiñuelas para robar”.
Con este repaso a su trayectoria, el regidor ha querido reafirmar su compromiso con una política de principios, de servicio público y alejada de intereses personales. Una década después de su llegada al cargo, Guarido sigue presentando su gestión con un mensaje sencillo: trabajo, honradez y servicio a Zamora.