Zamora volvió a convertirse este sábado en la capital del folclore. Con una plaza de la Catedral llena hasta la bandera, se rindió homenaje a una tradición, a aquellas expresiones artísticas y autóctonas que reflejan las tradiciones, costumbres y rasgos culturales de diversas regiones.
Cuatro grupos actuaron bajo las piedras centenarias de la Catedral volviendo a poner de manifiesto que el folclore mantiene vivo el espíritu de la ciudad de Zamora y su público lo agradece sobremanera.
Desde las ocho y media de la tarde en la plaza de la Catedral la música y los bailes en este caso de Asturias, Cantabria y Segovia junto la del anfitrión del festival, la Asociación Etnográfica Bajo Duero que han dejado pequeño el lugar.
Vistosos atuendos y una muestra de lo mucho que tienen que ofrecer en sus respectivos lugares de origen han dado a la tarde noche del sábado el aspecto multicultural que pretende esta primera Muestra del Día Mundial del Folclore.