El presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, ha querido restar importancia a las críticas vertidas desde la oposición por la celebración de un aperitivo posterior a la Sesión Constituyente y toma de posesión del nuevo mandato de la institución sita en el Palacio de la Encarnación.
Faúndez recuerda que se trata de un acto protocolario al que estaban invitados alcaldes de todo signo político, algunos de ellos desplazados de toda la provincia, amén de representantes institucionales siendo un simple "gesto de cortesía" agradecido en forma de un convite con vino.
En todo caso, Faúndez ha remarcado que su tiempo irá dedicado a resolver los problemas de la provincia y no a "resolver los problemas que puedan tener otros a la hora de orientar mi funcionamiento en la Diputación".
Zamora Sí consideraba esta comida un "gasto innecesario" con motivo de un "acto para unos pocos" y que tenía como único cometido "dotar de mayor lucimiento la figura del recién elegido mandatario provincial".