¿Cómo un relieve en piedra que formaba parte del pórtico de la iglesia de Santa Marta de Tera acaba exponiéndose en un museo estadounidense?
Esa es la historia que detallará la investigadora de la Universidad Complutense de Madrid Marta Poza Yagüe en una de las sesiones del noveno curso de arte románico en Zamora que organiza el centro asociado de la Uned.
Poza Yagüe ofrecerá el próximo 13 de marzo una sesión titulada 'la escultura románica en Santa Marta de Tera: las piezas expatriadas'. Por el momento, a la espera de esa conferencia en la que se darán más detalles del traslado, el coordinador del curso, José Luis Hernando, explica que fue un párroco el que en 1926 vendió el relieve a un anticuario con negocio en Valladolid y de allí la pieza de arte románico viajó a Madrid desde donde un marchante la envió a Estados Unidos.
De esta forma fue a parar al museo de la escuela de diseño del estado norteamericano de Rhode Island, en situado en la región de Nueva Inglaterra, al Noreste de Estados Unidos. Allí, en la ciudad de Providence se expone con orgullo el relieve zamorano.
En la página web del museo se admite que el relieve del Pantocrátor expuesto era originario del pórtico de la iglesia de Santa Marta de Tera. El museo precisa que el templo de la localidad zamorana era un lugar de peregrinación a Santiago y describe el relieve que muestra a Cristo sentado en un trono, con un libro en su regazo levantando su mano derecha para dar la bendición.
La descripción que hace el museo estadounidense en el que se expone el relieve del románico zamorano señala que la vestimenta del Pantocrátor es una casulla y que la figura imberbe juvenil del Cristo en majestad recuerda a las representaciones de Apolo en esculturas romanas, aunque en contraste las proporciones de la imagen, su espeso cabello y el patrón abstracto de los pliegues de su túnica son elementos que la distinguen de los ideales clásicos.
La pieza está datada entre los años 1.090 y 1.100 y mide 98 centímetros de alto por 56 de ancho. Aunque parece improbable que regrese a la provincia, al menos la historia de su venta y traslado a Estados Unidos sí llegará a Zamora gracias al curso sobre el románico que organiza el centro asociado de la Uned.