El Ayuntamiento concede la licencia ambiental para el crematorio de Peña Trevinca, una construcción que albergó el almacén de Porcelanosa y que ahora será la vista de entrada a la ciudad desde la zona norte.
"No nos queda más remedio". Con estas palabras anunciaba el concejal de Medio Ambiente, Romualdo Fernández, la concesión de la licencia ambiental a las instalaciones que tanta polémica han generado en la ciudad.
La decisión del Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (Tarcyl) de no admitir a trámite la consulta del Ayuntamiento de Zamora ha precipitado la aprobación de la licencia bajo el argumento de que la normativa de la Junta no impide la construcción de este tipo de instalaciones en el casco urbano.
Por ello, Romualdo Fernández, ha remitido un escrito a la Administración autonómica para que incluya cambios en el decreto de 2005 sobre política mortuoria con el fin de que los crematorios no puedan construirse dentro del casco urbano.
Así las cosas, y tras la aprobación de la licencia ambiental, al propietario del crematorio solo le queda comunicar al Consistorio el inicio de la actividad que tanta polémica ha suscitado en la ciudad.
A pesar de que el Tarcyl no admitió a trámite la solicitud del Ayuntamiento en base a que se trata de un asunto reglado, en su respuesta da las claves para la concesión de dicha licencia, según ha manifestado el concejal de Obras, Urbanismo y Medio Ambiente, Romualdo Fernández, ya que si bien al Guía de consenso de sanidad mortuoria aprobada por la Comisión de Salud Púbica del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de 24 de julio de 2018, indica que "los nuevos hornos crematorios se ubicaran preferentemente en suelos de clasificación industrial.
No deberá haber núcleos poblacionales o espacios vulnerables en el radio de 200 metros a partir del foco de emisión que constituye la chimenea del crematorio..."; se trata en este caso de una "recomendación" que no tiene carácter normativo.
Romualdo Fernández discrepa, no obstante, con la apreciación del TARCyL en el sentido de que "una vez examinada la documentación no se aprecian en ella trascendencia y repercusión social", puesto que ha sido patente la preocupación despertada entre el vecindario de esa zona de la ciudad.