Tras casi una década siendo un punto de encuentro para amigos, familias y amantes de la buena mesa, el restaurante Comodín ha anunciado su cierre definitivo. El equipo del local se ha despedido de sus clientes con un emotivo mensaje en el que agradecen el apoyo recibido durante estos diez años llenos de historias, sobremesas y momentos inolvidables.
“Hoy es nuestro último día. Diez años de todo y tanto: risas, sobremesas infinitas, brindis improvisados y algún desaire que otro”, expresan en su comunicado, en el que reconocen sentirse profundamente afectados por la decisión: “Duele… Hemos peleado todo lo que se podía y un poquito más”.
El cierre llega tras una larga lista de dificultades técnicas y vecinales que, según relatan, se convirtieron en un auténtico “bingo de problemas”: ruido, altura del salón, salida de humos, tipo de comida… “Y oye, lo hemos completado entero”, afirman con humor resignado.
Pese a ello, el mensaje se centra en lo verdaderamente importante para ellos: la comunidad que han construido. “Vosotros, nuestros Comodines… Gracias por cada visita, por confiar en nosotros, por animarnos incluso en los días difíciles, por convertiros en parte de nuestra vida. Sin vosotros, este lugar no habría tenido sentido”.
El equipo se despide con tristeza, pero también con gratitud y esperanza. “Nos vamos con el corazón apretado, sí, pero con la sensación de que lo que hemos creado juntos no se acaba con el cierre… Eso se queda para siempre”.
Y dejan la puerta abierta a un posible regreso: “Quién sabe… igual la vida nos sorprende y volvemos a liarla en otro rincón. Con menos ruido, eso sí”.