Mientras que en Reino Unido la mitad de su población ya ha recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas autorizadas en el país, cuando Israel ya tiene vacunada al 20% de su población, Estados Unidos lleva un ritmo de más de un millón de vacunaciones al día, en Zamora los primeros, los de primera línea, los facultativos, no han sido vacunados en su totalidad.
Triste pero cierto
En diciembre se anunciaba a bombo y platillo que la vacuna ya estaba aquí, y el sistema sanitario español tendría vacunados al 70% de los españoles en verano. Un sistema con un plan de vacunación que ha llevado a cabo la vacunación completa de 11.169 zamoranos entre los que no se encuentran dos médicos de una mutua que tiene sede en Zamora.
Dos facultativas de una conocida mutua de Zamora aún no han sido vacunadas. Dos mujeres que no han parado en la pandemia de ver pacientes ni han dejado de ser primera línea aunque trabajen en una mutua, siguen sin recibir la vacuna, ninguna de las dos dosis, aunque ya se estén vacunando otros colectivos que no son sanitarios ni sociosanitarios.
Su director, responsable último de la salud de sus empleados ya que se trata de una conocida mutua nacional asentada en Zamora, busca la vacunación de las dos facultativas por los despachos, pero tanto de la delegación de la Junta de Castilla y León como en la Consejería donde asumen la culpa no se han dado soluciones definitivas, ni AstraZeneca, ni Pfizer, ni Moderna, las dos facultativas, no han recibido ninguna dosis de la vacuna que las protege de un virus con el que han tenido que convivir como todos, pero sin protección siendo uno de los colectivos de riesgo más importantes ya que además ellas si han estado viendo pacientes, no como ocurre en la atención primaria del sistema nacional de salud.
Otro escándalo de los programas de vacunación, otra sin razón de un sistema que sobrepasa la inacción y se revuelve en los despachos con tanta burocracia que deja desasistidos a los facultativos en este caso y lo peor es que juega con la salud de los que cuidan de los demás.
Sin este tipo de "anécdotas" tendríamos aún que tras tres meses ya de campaña de vacunación, ni siquiera los que nos cuidan forman parte de lo que le importa a la administración. Vacunaciones con propaganda incluida y bendiciones políticas que solo llevan a un camino, al ridículo más absoluto al haberse olvidado de los que siguen en primera línea. Un sin sentido pleno tres meses después del inicio de una campaña "masiva" en la que la falta de vacunas y de organización sigue siendo la comidilla en la calle.
Protocolos y sistemas que siguen haciendo aguas por todos lados. Tres meses después de la llegada de las vacunas dos médicos de Zamora no han tenido la oportunidad de vacunarse. Tienen más de 55 años, no son candidatas a AstraZeneca sino a Pfizer o a Moderna, o como está ocurriendo, a la resignación y resiliencia.