Zamora está cargada de enigmas, misterios y leyendas. Uno de ellos gira sobre la Iglesia de Santa María de la Magdalena, un templo que se construyó entre los siglos XII y XIII. Se trata además de una de las obras del romántico más interesantes, tanto por su calidad, como por su estado de conservación. Es por ello que logró la declaración de Monumento Nacional en 1910.
Este espacio, situado en la calle Rúa de los Francos, turísticamente es un reclamo de gran importancia, siendo visitable a determinadas horas del día. Además, en el interior del templo, destaca un sepulcro románico atribuido a la reina Doña Urraca de Portugal, con con dos ángeles que llevan su alma al paraíso y la portada más importante, la meridional tiene decoración vegetal representando el paraíso celestial.
Un monumento muy visitado, pero que esconde una leyenda y es que, se dice que si no ves al obispo labrado en su puerta meridional, ¡no te casas!