Hoy se ha reunido la Junta local de seguridad para abordar el dispositivo de cara a la Semana Santa que volverá a resonar en las calles de la capital tras dos años marcados por la pandemia que impidieron su tradicional celebración.
Ahora, con los últimos coletazos de la sexta ola, el Ayuntamiento de Zamora trabaja "a contrarreloj" para adecentar los principales puntos de tránsito y especialmente la zona del casco antiguo para tratar de ofrecer al turismo y a los propios zamoranos la mejor cara de una ciudad que se viste de Pasión y que no quiere que las imágenes se "afeen" con fondos de pintadas y grafitis que campan por doquier en cualquier esquina de la calles tan emblemáticas como la Rúa de los Francos.
En este sentido, el alcalde del Ayuntamiento de Zamora, Francisco Guarido, ha precisado que los operarios municipales llevan desde la semana pasada dando "los últimos retoques a las calles", repintando todas las paredes anegadas de grafitis -pese a que algunas, según ha precisado, se están volviendo a repintar por el vandalismo- y que continuarán hasta el próximo jueves o viernes para que las calles tengan "cierta decencia"" y luzcan como se merecen.
Las obras incluyen también trabajos de pavimento de todo el casco antiguo así como en calles como La Marina, limpieza de todas las señales de tráfico así como las calzadas de la ciudad. Guarido ha remarcado la importancia de estas labores para retomar con la mayor fuerza y la mejor imagen posible una actividad que supone un importante impulso a nivel turístico, comercial, económico y religioso.
En este sentido, el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha recordado la importante afluencia que se prevé de cara a esta Semana Santa para la que se ha preparado un operativo "de grandes dimensiones", si bien ha remarcado la importancia de contar con la colaboración ciudadana como una parte fundamental para el correcto desarrollo de estos 10 días de Pasión.
