La decisión fue aprobada por la Junta de Gobierno Local y permitirá que las labores continúen sin penalidades hasta el 17 de enero de 2025, a partir de la cual se impondrán sanciones económicas diarias.
El alcalde explicó que la prórroga se ha concedido debido a las dificultades encontradas durante la ejecución de la obra, las cuales, según el director de la obra externa al Ayuntamiento, no son imputables a la empresa sino a causas sobrevenidas. Entre los problemas más destacados, se encuentra el suministro de piedra, un material específico y único en España, proveniente de una cantera que ha experimentado serias dificultades técnicas, como la rotura de varias máquinas necesarias para la extracción y corte del material. Este tipo de piedra es esencial para mantener la coherencia estética del pretil con el resto de la estructura histórica del puente.
Además, durante los trabajos en el puente, se descubrieron irregularidades en las ménsulas sobre las que apoyaba la antigua barandilla. Para garantizar la correcta instalación del nuevo pretil, se ha optado por cortar a plomo todos los salientes del puente, lo que ha supuesto un trabajo adicional y necesario para asegurar una ejecución más precisa y de calidad.
Sin embargo, la decisión de conceder la prórroga no ha sido exenta de controversia. Mientras que el director de la obra externa defendía la necesidad de estos cinco meses adicionales sin penalidades, los funcionarios del Ayuntamiento consideraban que los retrasos eran atribuibles a la empresa y que, por lo tanto, debía imponerse una sanción. De hecho, se estimaba que las penalidades podrían haber superado los 100.000 euros.
Finalmente, la Junta de Gobierno decidió optar por la prórroga, pero con una advertencia clara: si la obra no está finalizada para el 17 de enero de 2025, la empresa comenzará a ser sancionada con 677 euros por cada día de retraso. Esta cantidad, subrayó Guarido, no es arbitraria, sino que se ha calculado en función del coste de la obra.
"Es verdad que es una obra que va muy lenta", admitió el alcalde, señalando que, aunque comprenden las dificultades que ha enfrentado la empresa, también reconocen que muchos de los problemas podrían ser responsabilidad de la propia constructora. No obstante, Guarido expresó la esperanza de que, con esta prórroga, la empresa pueda completar los trabajos de manera eficiente y en el tiempo estipulado.
El Puente de Piedra es una de las infraestructuras más emblemáticas de Zamora, y su restauración es una obra de gran importancia para la ciudad. Con esta decisión, el Ayuntamiento busca equilibrar las exigencias de calidad y la necesidad de culminar la obra en un plazo razonable.
