Ángel del Carmen repite en la Secretaría general de UGT de Zamora por cuatro años más

El secretario general de UGT en Zamora vuelve a ser Ángel del Carmen, ayer el Ramos Carrión recogía las inquietudes de más de 65 sindicalistas de las Federaciones Provinciales y del secretario General de Castilla y León, el zamorano Faustino Temprano, que advertía de los malos tiempos que llegan para los trabajadores y para los colectivos de ciudadanos más necesitados.

El sindicato se mantendrá alerta en materia sindical y mantendrá sus exigencias ante la Junta de Castilla y León. La reunión provincial de UGT, que se celebró en el Teatro Ramos Carrión, en la capital zamorana, y a la que asistieron las federaciones provinciales volvió a elegir a Ángel del Carmen como Secretario General de los ugetistas zamoranos.

Temprano pidió unión y reivindicaciones directas, ya que hay muchas necesidades en Castilla y León que afectan a los trabajadores y también a empresarios y a autónomos, ya que la Junta echa balones fuera hacia el estado y son ellos los que no cumplen, señaló el líder de UCT en CyL.

Por su parte, el secretario general provincial de UGT de Zamora, Ángel del Carmen, que ha vuelto a ser elegido por otros cuatro años como único candidato, habló de lo que sucedía en Zamora con la vuelta al caciquismo ilustrado: "Zamora 10 son todos, la Diputación son todos, el Ayuntamiento son todos, pero no lo vemos ninguno".

Para Zamora pidió una apuesta por lo verde, por la economía circular, ya que Zamora está en una posición más que importante con lo ecológico y lo que tiene que ver con la calidad. Del Carmen pidió evolución en todo, en relaciones institucionales, en el patrimonio, en el tema de la afiliación, en las problemáticas de los jóvenes, en crecer y decidir por lo publico, lo rural y la democracia, el diálogo social y finalizó con la máxima de pedir que haya compromiso decidido de todos los estamentos sociales.

Tras un todos por la Unión, se entonó la Internacional que no sonó muy bien en el Ramos Carrión, o al menos se cortó en varias ocasiones, y los ugetistas tuvieron que cantarla a capella.

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