Los efectos de la Semana Santa se van "disipando" y Zamora empieza a registrar una tendencia a la baja en los marcadores de incidencia de mayores de 60 años, aunque la tasa sigue siendo muy alta. Así, la incidencia semanal alcanza los 772 casos y, a 14 días, se pone por debajo de los 2000 casos, concretamente, 1.922.
Por el contrario, la presión hospitalaria va en aumento con una tasa de ocupación de camas que sube a un 18%, lo que se traduce en 71 pacientes ingresados en planta, mientras que la UCI se cierra al no haber más enfermos hospitalizados.
Zamora es la provincia de Castilla y León con los peores marcadores tanto en incidencia como en presión hospitalaria y junto con Ávila y Segovia es la única que cierra las unidades de cuidados intensivos, tras un fin de semana negro con seis fallecidos por Covid.
La tasa de ocupación hospitalaria por 100.000 habitantes está en 42 puntos, teñida de morado y en nivel de riesgo muy alto, la cifra más alta, por delante de León.
La tendencia al descenso tras los efectos de una Semana Santa con mucha movilidad, que se tradujo en una oleada de contagios, a lo que se unió la retirada de la mascarilla en interiores, se refleja en el índice de reproducción del virus que cae al 0,87, por debajo de la media regional del 1,02.