
Casi dos años de "caceroladas" a las puertas de la Diputación de Zamora y ocho sentencias colectivas y tres individuales ganadas en los tribunales. Son los datos de las protestas de los llamados "bomberos" díscolos contra los responsables del Consorcio Provincial, un conflicto que lejos de solucionarse se enquista cada vez más.
Esta mañana la Plaza de Viriato volvió a lucir pancartas contra el presidente del Consorcio, José Luis Prieto Calderón, y los bomberos volvieron a hacer "ruido" para exigir medios adecuados para realizar su trabajo.
Al frente de la reivindicación Juan Antonio Borrego, que acudía a la Plaza de Viriato con una nueva sentencia ganada, la correspondiente a los procedimientos administrativos, "vitales" para nuestra seguridad, apuntó.
"Esto pone de manifiesto una vez más la dejadez y la incompetencia absoluta de los dirigentes del Consorcio, en todos los ámbitos: el administrativo, con modificaciones de reglamento y RTP ilegales; el laboral, con la vulneración de nuestros derechos, y ahora, el operativo", explica Borrego. "Es un despropósito", subraya mientras sus compañeros hacen sonar cazuelas y tambores para que se le oiga.

Insiste este bombero en las "malas formas y falta de principios" de los responsables del Consorcio de Bomberos. "Nunca, en nuestra vida laboral nos hemos encontrado con gente que tenga tan pocos valores", lamenta Juan Antonio Borrego. "Cuando no se sabe gestionar el poder, por insignificante que sea, aparecen aprendices de tirano", subraya.
Borrego hace un nuevo llamamiento al presidente de la Diputación, Francisco Requejo, para que recapacite. "En en el último Pleno hizo una defensa hipócrita de los dirigentes de los dirigentes del Consorcio. Después de 8 sentencias en contra se atrevió a decir que están realizando un buen trabajo. Esto es una falta de respeto a la Justicia y a la ciudadanía", reflexiona este bombero, que acusa a Requejo de "sumiso" al PP.
Los llamados bomberos "díscolos" están a la espera de la decisión del TSJ sobre las múltiples sentencias recurridas por el Consorcio Provincial de Bomberos para organizar nuevas medidas de protesta, que se han visto condicionadas por la pandemia.