La vacuna contra la gripe se recomienda de manera especial a las personas más vulnerables, como los niños, ancianos y personas que padecen enfermedades crónicas, sobre todo relacionadas con el aparato respiratorio.
Además de prevenir el contagio de la gripe, la vacunación evita posibles complicaciones de enfermedades crónicas, como diabetes, afecciones cardíacas o patologías del sistema respiratorio. La vacuna contribuye a interrumpir la cadena epidemiológica de la infección, reduciendo su incidencia y, por tanto, las tasas de hospitalización.
¿Por qué hay que vacunarse cada año frente a la gripe?
La vacuna debe actualizarse anualmente, ya el virus causante de la gripe tiene una elevada capacidad de sufrir variaciones, por lo que los virus gripales varían año a año.
La vacuna no protege de otras enfermedades víricas como el resfriado común o catarro.
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