El castillo más maldito de Europa está a dos horas de Cataluña

El castillo francés, a apenas dos horas de la frontera con Girona, fue escenario de una masacre que aún hoy alimenta su siniestra reputación
Castillo Montségur
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Ni Drácula en Transilvania ni los fantasmas del castillo de Edimburgo. El lugar más maldito de Europa, según quienes se atreven a subir hasta su cima, se encuentra sorprendentemente cerca de Cataluña. En el corazón de los Pirineos franceses, a poco más de dos horas de La Jonquera, se alza Montségur, una antigua fortaleza envuelta en brumas, historia y muerte.

Situado a más de 1.200 metros de altitud, este castillo en ruinas domina un peñasco solitario y fue, en el siglo XIII, el último refugio de los cátaros: un movimiento religioso considerado herético por la Iglesia católica. En 1244, tras resistir un asedio de diez meses impuesto por el ejército real francés, sus ocupantes fueron obligados a elegir entre la conversión o la hoguera. Más de 200 personas —hombres, mujeres y niños— se negaron a renegar de sus creencias y fueron quemadas vivas al pie de la montaña.

Aquel episodio selló para siempre la leyenda negra de Montségur, que hoy es considerado un lugar de peregrinación espiritual y también uno de los enclaves más misteriosos del continente. Se dice que cuatro cátaros lograron huir antes de la masacre, llevándose consigo un objeto sagrado: el tesoro de los cátaros. Algunos apuntan, incluso, a que podría tratarse del mismísimo Santo Grial.

Quienes visitan la zona pueden encontrar una lápida en memoria de los mártires del catarismo, con la inscripción en occitano: "Als catars, als martirs del pur amor crestian. 16 mars 1244" ("A los cátaros, a los mártires del puro amor cristiano").

Poco queda en pie del castillo, pero su carga simbólica sigue intacta. No hay actores ni disfraces como en Transilvania, ni gaitas espectrales como en Escocia. Solo silencio, viento y una sensación de tragedia suspendida en el tiempo. Quizás, precisamente por eso, Montségur sigue siendo uno de los lugares más inquietantes de Europa. Y está mucho más cerca de lo que parece.

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